martes, 6 de octubre de 2009

Manuel Rodríguez Muro
Ituriel Rodríguez

Enviados
Tercera de cinco partes


San Pedro Garza García, NL.- Los Legionarios de Cristo no aceptan relación alguna con fieles sin poder económico. Ésa fue –y es– la consigna marcada por su fundador, el sacerdote Marcial Maciel Degollado, quien es considerado por algunos ex seminaristas de esta congregación como un verdadero estratega.

Acusado de pederastia y de tener hijos con varias mujeres, el padre originario de Cotija de la Paz, Michoacán decidió arrebatar la totalidad de los bienes de su principal benefactora, Flora Barragán de Garza.

Logró quitarle peso a peso durante más de tres décadas, hasta que los hijos adoptivos de la señora Barragán, Flora y Roberto, pidieron asesoría de un abogado que legalmente impidió que Maciel continuara con su perverso plan.

La viuda jamás fue tocada por un hombre, ni siquiera por su esposo, Roberto N. Garza, quien murió cuando ella tenía 41 años. Millonaria, elegante y atractiva, acaparó la atención de Marcial Maciel, quien no dudó en acercarse para despojarla de su patrimonio. Ella quedó cautivada por la personalidad del padre, de quien terminó enamorada.

En esta parte de la entrevista exclusiva con Flora Garza Barragán, hija de la acaudalada regiomontana que colaboró con Marcial Maciel, se revelan detalles sobre las transacciones bancarias en las instituciones de Nuevo Laredo, Texas, en EUA y de cómo el impulsor del Regnum Cristi olvidó a doña Flora, quien en el lecho de su muerte pedía hablar y saber de él.

Pero Maciel nunca regresó después de que supo que su fortuna había quedado en ceros.

Maciel enamoró a sus benefactores



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