lunes, 14 de septiembre de 2009

Telenovela de Acción... Nacional, el Secuestro del Avión de Aeroméxico

Por los indicios que van apareciendo, el presunto secuestro de un avión en el aeropuerto de la Ciudad de México, parece una telenovela de Televisa preparada para ganarle simpatías al (des)gobierno de Acción Nacional y su valiente líder en Los Pinos.

El secuestro no se realizó en pleno vuelo donde habría sido mayor la amenaza, sino en tierra, cuando ya habían bajado todos los pasajeros. No se hizo en Cancún, el punto de partida cercano al mar donde podría haberse hundido la aeronave, sino en la Ciudad de México donde Televisa tiene más recursos técnicos que pueden complementarse con los de Cepropie (la dependencia de Gobernación con abundantes cámaras y micrófonos para la memoria audiovisual de la Presidencia), y donde el superpolicía Genaro García Luna podía asumir personalmente el control del "operativo de rescate" (como lo hizo desde la torre de control aéreo), que resultó tan eficaz que en cuestión de minutos logró lo que otras fuerzas de élite, como las de Israel, entrenadas y preparadas para amenazas similares o peores, toman horas para estudiar, preparar y ejecutar el asalto rescatador.

Según relato pormenorizado del periódico El Universal, a las 13:46 del miércoles 9 de septiembre, desde un avión de Aeroméxico procedente de Cancún tres sujetos exigieron hablar con Felipe Calderón (¡¿?!) y amenazaron con volar el avión si no eran atendidos.

A las 14:56, o sea, una hora con diez minutos, la nueva Policía Federal de García Luna, tan necesitada de gloria y aplausos (porque los miles de spots no están sirviendo para nada), toma el avión secuestrado, rescata a la tripulación retenida como rehenes y detiene a cinco sospechosos.

En UNA HORA CON DIEZ MINUTOS elementos de élite de la Policía Federal, ante cámaras de televisión, "arriesgaron su vida" en una pista del aeropuerto capitalino para entrar a una aeronave supuestamente secuestrada por un boliviano (¿cómo lo supieron en cuestión de minutos?, nadie lo sabe ni lo revela) con unas latas de jugo como "bombas", rescataron ilesos a los tripulantes y detuvieron a cinco "secuestradores" que de inmediato fueron llevados quién sabe a dónde, lejos de preguntas indiscretas y comprometedoras.

Casi una hora después, ante las cámaras de televisión, y después de una búsqueda inútil de la bomba que supuestamente amenazaba al avión y sus pasajeros, agentes anti-explosivos detonaron una "paloma" cerca de unas maletas, para dar visos de realidad a la tremenda amenaza terrorista, ligada de inmediato y con gran volumen a un país sudamericano gobernado por un indígena, que Estados Unidos ha etiquetado como "amenaza" a las buenas costumbres de explotación trasnacional.

Los pasajeros liberados, ni siquiera se enteraron del "secuestro", pues el "rescate" policiaco se efectuó sólo para las cámaras oportuna y convenientemente emplazadas. Lo peor es que antes de abordar en Cancún todos los pasajeros sufrieron la revisión de rigor que ha impuesto el gobierno estadounidense, que retiene el control de todos los puntos de abordaje y aterrizaje de aviones que pueden ser desviados hacia su territorio. Pero no se detectó ninguna bomba ni algo que pudiera servir para fabricarla en forma casera.

En medio del montonal de dudas que despierta "secuestro" tan singular y atípico, que más pareció un simulacro inocuo, Felipe Calderón aprovechó, muy casual, como no queriendo la cosa, para plantarse otra vez como "salvador", junto con su eficiente "aparato de seguridad", y convocar por enésima vez a la "unidad nacional"... en torno a él, desde luego.

"Fue un momento de prueba para todos", declaró heroico, valiente y audaz, para sacar raja política de lo que todos los indicios apuntan hacia un nuevo montaje televisivo para consumo de mentes débiles o, en el peor de los casos, un simple simulacro para demostrar a Estados Unidos que la Iniciativa Mérida necesita más dólares.

Con este teleculebrón gana Calderón, gana Televisa y sus satélites, gana García Luna, gana la Policía Federal y el "aparato de seguridad", gana la juguera cuyas latas empleó el "terrorista" (ya podrá anunciar que sus jugos están en la vida de todos). Vaya, gana hasta la Iglesia Católica porque parece que el "terrorista" es otro pastor "cristiano" iluminado con buenos focos, que va a salvar al mundo... igual que Calderón.

Entre tanto "salvador" no hay uno solo que detenga la acción... nacional rumbo hacia más impuestos para sostener a los héroes patrios.

publicado en Blogotitlan.com

El Grito del miedo

Por Federico Arreola
14 de Septiembre, 2009 - 12:24
Me estoy estrenando en Twitter. Tal vez me dio envidia que Liébano Sáenz sea tan popular (lo dijo Renegado Legítimo) en ese sistema de internet. El caso es que hoy lunes decidí empezar a twittear. Tengo muy pocos seguidores, casi todos amigos del SDP. Ya se verá qué tanta gente se interesa en los mini comentarios que ahí voy a dar a conocer.

Hay cosas de Twitter que no entiendo, naturalmente. Para aprender le voy a pedir una asesoría a Beam, que según Paola Villarreal es un experto. Tal vez el más importante especialista mexicano en la materia.

Jugando en el Twitter encontré este comentario: "Me da miedo ir al Grito". De inmediato di mi opinión al respecto: "La gente tiene miedo de ir al Grito. En todo el país. La perdida guerra de Calderón contra el narco ha aterrorizado a los mexicanos".

Es un miedo plenamente justificado. Hace un año hubo atentados en Morelia, donde mañana no se celebrará la principal fiesta patriótica mexicana. El domingo alguien lanzó granadas contra una patrulla de la policía estatal de Jalisco. El lunes se atacó a una exclusiva tienda del Distrito Federal con un recipiente lleno de gas que explotó. Hay amenazas de que algo grave ocurrirá durante las fiestas patrias en Monterrey, donde el Grito será vigilado por el Ejército. En la Ciudad de México, según se anunció, la ceremonia del 15 de septiembre será custodiada por 10 mil policías (el 10 por ciento, por lo menos, de los asistentes al Zócalo capitalino serán agentes de seguridad). Y en todo el país continúan las ejecuciones diarias.

En su twitter María de las Heras, que fue mi amiga hasta que el movimiento de AMLO nos separó, preguntó qué se puede hacer para levantar el ánimo patriótico en la nación. Respondí citando a un conocido que prefiere mantenerse en el anonimato: "Dice un amigo que solo van a mejorar los ánimos patrios de la nación cambiando la nación. En la panista no hay modo".

Para que eso sea posible, hay que ir, a pesar de los riesgos, al Grito, pero no al de Felipe Calderón, sino al organizado por el gobierno legítimo de Andrés Manuel López Obrador en la alameda central de la Ciudad de México.

No habrá tantos policías vigilando y, por desgracia, cualquier cosa mala podrá pasar (ser optimista en el México de hoy es ser realmente muy ingenuo). Pero hay que estar ahí. No hay que faltar a nada que signifique la posibilidad real de un cambio profundo. Para México no hay otra salida.

SDP Noticias

Industria farmaceutica: una mafia

Vacunación 101, con Ghis (1 de 6)

Joan-Ramon Laporte: "Hay mucha gente interesada en exagerar los riesgos de la gripe A"

Conoce con precisión, porque los investiga desde hace decenios, qué son los fármacos y las vacunas. Reconoce tanto su poder terapéutico como sus riesgos e insuficiencias. Desconfía de la mayoría de consignas y mensajes sobre el virus gripal A/H1N1 que han lanzado las principales estructuras sanitarias del mundo desde que fue descrita la nueva gripe. Le inquieta la escasa investigación que subyace a decisiones políticas tan trascendentes y costosas como, por ejemplo, la adquisición masiva de antivirales. No teme a la gripe A.

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El paquete económico, asalto a los bolsillos

CARLOS ACOSTA CóRDOVA

La propuesta de programa económico del gobierno calderonista no gustó a nadie. Empresarios y académicos la tildan de tramposa y consideran que el afán recaudatorio no resuelve el problema de fondo, pues lejos de cobrar más impuestos a los ricos pretende que sean las clases medias las que sufraguen la crisis. El experto en derecho fiscal Mariano Latapí sintetiza el problema: el paquete fiscal no sólo atenta contra toda la actividad económica, sino que podría ahondar la crisis.

En menos de una semana, los aplausos y elogios que tímidamente pudo arrancar el presidente Felipe Calderón con su mensaje a propósito del tercer informe de gobierno se trocaron en rechazo casi unánime.

La razón: a nadie gustó su programa económico para 2010, pues no resuelve la emergencia económica, nada hace para sacar al país de la crisis, ni procura abatir el ya apabullante desempleo; en cambio, sí concita el encono social, puesto que –de nuevo– es el bolsillo de la gente y la caja de las empresas el argumento principal para que el gobierno pueda tapar el enorme boquete de 300 mil millones de pesos que dejará la crisis económica el próximo año.

El miércoles 2, un Felipe Calderón exultante gritó un "ya basta" a las actitudes timoratas, a los miedos, los mitos y los prejuicios, a los tabúes que impiden la transformación real del país. "Es la hora de cambiar, y de cambiar a fondo", dijo en Palacio Nacional.

Y llamó al país, a los actores políticos y económicos, a la sociedad toda, al cambio, a hacer a un lado los obstáculos y las inercias que lo impiden.

"En esencia –dijo–, lo que propongo es pasar de la lógica de los cambios posibles, limitados siempre por los cálculos políticos de los actores, a la lógica de los cambios de fondo, de los cambios necesarios."

Aplausos. Elogios. Quienes acudieron a su mensaje, salieron contentos, esperanzados. "Se oyó y se vio bien el presidente", fue un comentario frecuente entre empresarios, políticos de distinto signo, líderes sociales, académicos, gobernadores… Los aplausos de Marcelo Ebrard daban cuenta del ánimo que produjo el discurso del presidente.

Pero rápido el gozo se fue al pozo. Apenas seis días duró. El martes 8, el gobierno federal entregó al Congreso el paquete económico para el próximo año, y apenas se conocieron sus principales contenidos, el presidente y su discurso por el cambio quedaron exhibidos.

Porque lo que evidencia el programa económico –y en ello insistieron, criticaron y reclamaron, el resto de la semana, empresarios, analistas, legisladores, políticos, académicos, líderes, representantes religiosos– es que en su confección nada hay que apueste al cambio, sí muestra muchos miedos del gobierno y mucho cálculo político.

Aunque los medios informativos coparon sus espacios con la información del paquete económico, vale la pena resumir: el gobierno federal había dicho que enfrentaría el extraordinario faltante de ingresos públicos en 2010 con una combinación de más deuda, un mayor ajuste al gasto público y cambios en el marco tributario para aumentar la recaudación.

Respecto de la deuda pública, Calderón no se animó a incurrir en un mayor déficit: según expertos consultados, tuvo miedo de quedar mal ante las calificadoras internacionales, que amagan con bajar el grado de inversión del país; de paso admitió implícitamente que el desempeño de la economía será tan pobre el próximo año que no dará para aguantar un mayor déficit. Oficialmente éste será de 0.5% del PIB, unos 60 mil millones de pesos, menor inclusive al de este año.

AMLO.SI

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#30MillonesConAMLO

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