viernes, 30 de abril de 2010

Saltillo, Coah.- Siguen jugando a los policías y ladrones, a cambiar la ropa a las muñecas, y hasta las canicas, pero ahora frente a una pantalla de computadora conectada a internet. Se trata de la nueva generación de niños que se interna cada vez en un mundo más virtual, entre pixeles y memoria RAM.

El comportamiento de los niños depende del contexto económico en el que se desenvuelven. En el caso de los niños mexicanos, han sufrido una serie de cambios a la par de diversos factores políticos, socioeconómicos, familiares entre otros, explicó el sociólogo José Luis Martínez Ávalos.

Los juguetes típicos, como el trompo y el yoyo, parecen ser ejemplares en un museo contando una historia lejana. Hoy en día los niños dependen de otro tipo de actividades ligados en buena medida con los medios masivos de comunicación.

Hasta los días de la Revolución, la sociedad mexicana en general mantenía vivos algunos ideales en relación con los hijos y bendiciones divinas, por lo que eran muy comunes las familias numerosas. El patrón de conducta, es decir, costumbres, tradiciones y valores se trasladaba de generación en generación.

Una vez concluida esta etapa, la expropiación del petróleo permitió a México un nivel de desarrollo muy importante, aunque las clases baja y media baja predominaban, hecho reflejado en el acceso a la educación, servicios y otros factores, comentó el especialista.

Hasta mediados del siglo pasado, la sociedad mexicana se considera una sociedad joven, “con niños que se han vuelto más robotizados, menos sensibles, más dedicados a las cuestiones de tipo tecnológico, igual la computadora como video juegos, la televisión”.

En nuestros días las cosas cambian a pasos agigantados a causa de la tecnología; y esto ha influido en muchas, si no es que en todas, las costumbres de la vida cotidiana.

Los niños de hoy son indiscutiblemente más astutos, más osados y más materialistas, como una especie de reflejo de los personajes animados de las series de televisión.

Antes los juegos y juguetes eran de construcción y fomentaban las relaciones sociales, creando en el niño un lado más humanitario. Era común verlos salir de sus casas y volver hasta meterse el sol jugando a la bala, la roña y muchos más.

Los medios masivos y los personajes de las series de televisión se han posicionado en la mente de los niños, convirtiéndose en sus ídolos.

Durante un sondeo realizado por Zócalo Saltillo, los menores dijeron admirar igual a Bob Esponja que a los luchadores de la WWW, principalmente.

Los menores coinciden en que este país es un buen lugar para vivir, pero que existen grandes problemas en los que hay que poner manos a la obra, tales como la inseguridad y la contaminación.
Zocalo-Saltillo

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